Novela posmoderna sobre la búsqueda del ser a través de señales mágicas
A un hombre le suceden situaciones extrañas: se le aparecen piedritas en distintos tipos de comida durante, se golpea los codos ilógicamente, se encuentra moneditas en la calle con mucha frecuencia y otras más, también insólitas, lo cual le intriga y lo motiva a indagar el porqué de eso que él llama “señales”.
En una red social surge una mujer hermosa que le despierta su corazón, le hace rejuvenecer y sentirse poderoso; pero hay ciertas condiciones que hacen riesgoso ir a verla: es un amor prohibido que puede cambiarle la vida. A pesar de eso decide correr el riesgo y vivir una experiencia peligrosa.
Un día hace un decreto para ir a Europa y se le presentan unas señales que certeramente le facilitan el camino para ir allá. Decide arriesgar su vida y averiguar por qué el destino le indica ir a Londres.
La experiencia le sirve para encontrar algunas respuestas, pero también para seguir investigando, mediante, cursos, terapias, chamanes, y otros medios. ¿Será que recibe mensajes para cumplir con una misión? ¿Será el aviso del nuevo cambio trascendental para México? ¿Será que las deidades juegan y se burlan de él? ¿Será que es simplemente un personaje sin suerte, aunque haya nacido con darmas y protecciones? Algunos le dicen perdedor, otros lo nombran “hombre-medicina”, “el protegido”; y no falta quienes dicen que es el elegido para transmitir el mensaje de los 500 años de defensa de una gran civilización.
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El destino
“Esta vez no voy a dejar que el destino me rompa una pierna”, eso es lo que se le vino a la mente cuando se percató de que la vida o el Universo le mandaba nuevamente señales: “No son casualidades, son mensajes directos”, se dijo.
Su gran amor se había alejado: ella dejó de contestar sus mensajes. El dolor de esa pérdida le ha provocado un vacío inconmensurable. Ella fue ese maravilloso motor que lo elevó al cielo, hizo que él se sintiera grande, poderoso, importante e invencible, sobre todo para afrontar ese otro dolor inmenso y de varios años que ha marchitado su corazón…
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Algunas señales
Entonces, aquellas situaciones que ha vivido y que él les ha llamado señales y otros dicen que es intuición, bien podría ser el desarrollo de su nagual.
La ruptura del tendón en la serpiente de piedra, los golpes en los codos, el puente que le pusieron en la boca y, por supuesto, esas señales de las piedras en los alimentos. Ahora las entiende como un mensaje claro de los ¿Sitios precuauhtémicos?
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El realizador
El domingo por la mañana estaba en el baño, dispuesto para darse una ducha, cuando entró, por debajo de la puerta, un grillo grande, muy grande, como de 5 cm, de color casi negro. Para él no era extraño que se aparecieran grillos en su habitación, en el pasillo y a veces en el baño; usualmente son chiquitos, de color verde o café verdoso, pero nunca se me había aparecido un grillo como el de esa mañana. Supuso que le traía un mensaje. Dudó en preguntarle al grillo qué le quería decir. Prefirió no hacerlo.
Tres días antes se enteró de la muerte de…
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Las piedras
Durante varios años le sucedió algo realmente raro: le aparecían pequeñas piedritas en la comida. Tal vez alguna vez le ha pasado esto a cualquiera: encontrarse una piedrecilla en los frijoles o en las lentejas. La diferencia es que esto se volvió demasiado común, digamos que unas siete u ocho veces al año y durante unos nueve o diez años.
Estuvo investigando con diferentes tipos de “especialistas” y las respuestas fueron del tipo: “Dedícate a lo que tiene que ver con las piedras”. ¿Qué podría hacer? ¿Dedicarse a la compra-venta de material de construcción? ¿Vender grava?
Luego surgió otra idea: la de curar con piedras. Y esa opción le atrajo más. Compró algunas piedras y empezó a trabajar con ellas en…
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Abundancia
Entre abril y mayo tomó un curso para revisar el tema de la abundancia, al cual acudía semanalmente. Por algún motivo, no pudo ir a dos clases. Entonces le solicitó a la maestra tener una sesión donde le explicara lo que se había perdido. Ella amablemente aceptó y le dio cita en un café, de una cadena muy famosa, donde mucha gente considera le da estatus pedir un café un nombre poco usual del tamaño y que le escriban su nombre.
Por la tarde acudió a la cita con su maestra del taller de abundancia, donde le expuso lo que habían visto en clase. Salió el tema de las moneditas de 10 centavos y ella le dijo que era una señal para que viera a las estrellas, no al piso.
Y después de unas dos horas de plática, al tomar su portafolio se dio cuenta de que le habían robado su laptop, dentro del mencionado lugar.
La maestra le dijo que el Universo le iba a reponer esa lap, y bueno…
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La misa diaria
En una ocasión, platicando con un consultor, colega suyo, acerca de cuestiones relacionadas con la capacitación, sin que viniera al tema, dicho consultor le comentó que había estado yendo a misa todos los días durante seis meses y rezando una oración determinada para mejorar su situación económica.
No podía creer lo que escuchaba, cuando el consultor agregó:
—Esté donde esté, busco una iglesia y voy a misa, sin faltar.
Al final de la charla, el consultor sacó una hoja de block doblada y le comentó:
—Mira, esta es la oración que hago, si la quieres tómala —y él la tomó.
Se le hacía algo absurdo e imposible de realizar, debido al tipo de trabajo que tenía, donde un día está en un lugar y al día siguiente en otro, sin embargo…
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Karensu
Fue a principios de ese año cuando conoció a una mujer en una red social a través de internet con quien empezó a chatear. Los mensajes fueron subiendo de frecuencia y de intención. Cada vez queriendo saber más uno del otro, acercándose más a la intimidad, hasta que al cabo de poco tiempo surgió una maravillosa sensación y empezaron a decirse “amor” y a fantasear con la posibilidad de conocerse en persona. El amor se incrementó, se mensajeaban muchas veces diariamente, y buscaban momentos para hablarse unos instantes por teléfono.
“Es la mujer anunciada, aquella que me dijeron iba aparecer en mi vida”, pensó. Aunque no estaba en Europa: era guapa, inteligente, simpática, seductora, gran DJ (pues le ponía canciones acordes con lo que hablan), amable, prudente. La percibió madura y atractiva para él. También cuenta con algunos inconvenientes…
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El cuarto chacra terrestre
Visitó el Centro de Desarrollo Humano —donde había impartido conferencias y constelaciones familiares—, para despedirse y ante la pregunta:
— ¿A qué vas a Londres? —que le hicieron las docentes y cuya respuesta fue “No sé a qué voy, solo sé que tengo que ir”, Trini, una de las maestras de ahí, le dijo:
— ¿Cómo que no sabes a qué vas a Inglaterra? ¡Ahí está el cuarto chacra de la Tierra!
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Arribo a Londres
Al llegar a Londres recibe un mensaje del amigo de su amigo diciéndole que no podrá ir a recibirlo. Le indica tomar el Tube (metro) y en qué estación lo encontrará. El frío del miedo que lo acompaña se acrecienta con el frío intenso de la ciudad. Es casi la media noche y él averiguando cómo funciona el Tube, y con las maletas y mochilas se la pasa echando pestes del amigo aquel, cuestionándose sus decisiones, y buscando claridad en su mente para serenarse. Ya estaba allá, no podía…
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Las joyas de la Corona
Días después fue a visitar las joyas de la Corona, que a final de cuentas también son piedras, preciosas, pero son piedras. El slogan de la exposición rezaba: “Every stone tells a story”, “Cada piedra cuenta una historia”. Qué hermoso era eso, ¿a poco no? “Como si fuera sido hecho para mí”, pensó. Se maravilló con tanto oro, tantas…
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Danza ritual
¿Hacer magia? ¿Cómo es eso? ¿Qué hacer?
Se conectó con el sitio que transmitía en vivo el evento, sacó una botella de vino tinto y se le ocurrió leer la etiqueta: ¡Sorpresa!
Se desnudó totalmente, se sirvió una copa de vino y comenzó a beber, puso el disco de danzas africanas, colocó todas las libras esterlinas que tenía con algunos dólares y euros en el piso y comenzó a danzar viendo al sol en la pantalla de su computadora. En eso recordó que eran africanos los que le rentaban el departamento. Todo se juntaba, ¿coincidencia, señales no asimiladas? Estuvo danzando por más de una hora, apareció el sudor y el eclipse poco a poco terminó.
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Comic Con
Un día que salió a caminar se encontró con unas personas disfrazadas de diversos personajes: Capitán América, los hombres de negro de Matrix, etc., y se puso a averiguar qué pasaba ahí. Se encontró con una Expo Comic Con, entró y le encantó. Las personas iban disfrazadas y cuando les preguntaba si le dejaban tomarles una foto se colocaban el casco, la espada, los guantes, los accesorios o lo que necesitaran para posar con su personaje y estar totalmente en su rol. Y eso le fascinó: la gente…
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Caminar como jaguar
En todo ese tiempo que anduvo por allá no se había tomado muchas fotos, entonces fue al Parliament y ahí se tomó decenas de fotos. ¿Decenas? No, en realidad fueron como trescientas y tantas fotos. Eligió una donde se veía mejor y la publicó en una red social y un conocido de él, Mazatzin Aztekayolokalli, le escribe: “Kualli Tonalli, noikniu… buen día, mi hermano, SL, ¿cómo se llama este lugar, parece el Parliament? Es día 5 Casa, Kalli, es un refugio y…
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El chamán de Morelos
La forma de preparar el huevo se hace con veneno de siete animales para lograr la efectividad que debe tener.
El chamán aceptó enseñarle más de lo que hace. Así que, días después, lo acompañó a hacer una limpia a una casa y luego a un comercio. El chamán prende varias velas unas para los rumbos y otras para las entidades; hace un ritual y luego recorre todas las paredes del lugar con un solo huevo limpiando poderosamente el recinto. Cobra muy poco, comparado con lo que otros cobran, pues le han dicho que por esos trabajos hay quienes pagan…
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Respuestas
El símbolo del puente es muy fuerte, es un pontificado, porque representa la unión entre dos cosas que necesitan de una tercera para estar juntas.
¿Eso tenía que ver con él? ¿Hasta qué punto está dispuesto a ser eso, esa unión entre dos partes?
Se sintió impresionado y conmovido con toda esa interpretación tan rica en símbolos y mensajes y profundamente agradecido con Trini, su maestra, por abrirle los ojos y el corazón. Le hizo ver que repitió el ritual de los cuatro rumbos cuando estuvo con la Corona en Londres, como lo hacía en su casa al subir a la azotea.
¿Cómo era que le habían dado tantas señales y no se daba cuenta… cómo es que amablemente le ponen unos maestros para que le expliquen?
Se sintió bendecido. ¿Qué habría pasado si esto…
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La deidad
Le comentó a Chamán acerca de la primera vez que estuvo en Ciudad C y cómo le había ido y también de la segunda vez. Entonces Chamán le respondió que había ofendido la primera vez a Ciudad C y en la segunda la Ciudad le había “pintado mocos”, por decirlo coloquialmente. Pero lo más grave, le dijo, es haber ofendido a lo que ella representa. Una deidad mayor. Y con eso habría que hacer un trabajo para ver si esa deidad podría perdonar.
Después de revisar su Tonalámatl, esta vez en un nuevo estudio, un tercer estudio, diferente a los anteriores, Chamán le dijo que había que curarlo (la carta natal):
—Tienes dioses de principio y de fin, pero no hay intermedios —le dijo—,
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Temazcal
El temazcal estuvo muy fuerte. En la segunda puerta ya quería salirse y otros también, pero ella les dijo de cosas dándoles a entender que era importante que no se salieran y agradecieran por todo eso. Era 2 de noviembre, Día de Muertos y todo esto era una ofrenda para los ancestros. No podían salirse como huyendo de aquello que parecía un sacrificio. Le ardía la piel, sudaba a chorros, le quemaba el aire al respirar. Decidió aguantar.
Finalmente terminó eso y todos fueron saliendo a gatas. Él casi a punto de desmayar. Se acercó al tinaco donde había agua y con una jícara refrescó su cuerpo. Tomó su…
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Los niñitos
La terapeuta puso música, aromaterapia y aplicó masaje con aparato por todo el cuerpo y luego ventosas, piedras y más tarde aceites y masaje con sus manos. Cuando terminó le dijo que vio alguna mujer de su familia, de sus ancestros, que necesitaba hablar con él. Le indicó que en un altar pusiera a unos niñitos porque había varios que lo seguían y para lo del dinero que prendiera una vela morada y se concentrara para darle fuerza al dinero…
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La asesoría
Por fin, Kilian, pudo sentir en su propia boca esos labios carnosos y sensuales que besaba y a ratos mordisqueaba y recorría inspeccionando con su lengua; sintiendo en la punta de la misma cada uno de sus dientes y la lengua que ella misma movía frenéticamente y con pasión desesperada. Entonces Alessandra se levantó el suéter y dejó ver sus majestuosos senos que estaban al desnudo. Y en cuestión de segundos Kilian pudo apreciar el volumen maravilloso en esa piel blanca y con minúsculos pezones rosados que.
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Dayana
Salió a caminar por un buen rato para hacer tiempo y regresó al consultorio a esperar a que diera la hora para que llegara la alumna de reiki. Alrededor de la hora esperada apareció una muchacha joven de unos 18 años, delgada, guapa, piel blanca. Vestía una blusa y jeans, llevaba el cabello un poco suelto y unos lentes de color oscuro.
Él quedó impactado con su belleza y volteó deliberadamente la mirada para que ella no lo notara, hasta que la doctora los presentó y los invitó a pasar al cubículo de prácticas.
Después de hacer algún ritual de preparación para la práctica, la maestra, o sea, la doctora, le da instrucciones a la alumna de lo que le debe decir al paciente o consultante: que se quite lo que traiga de metal, que se acueste sobre la camilla, etc. Y alcanzó a oír que también le decía en voz baja: “Él ya ha oído hablar en otros idiomas”.
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Obediencia
Ahora es muy común que la gente hable con groserías. En los programas de televisión y radio, en las publicaciones, los youtubers, los influencers y las jovencitas. Todo mundo habla tres palabras y un güey: “Sí, güey”, “¿Verdad, güey?” “Ni al caso, güey”, “No mames, güey”, pero la vida no siempre ha sido así. Al menos en la mía las cosas se vivieron de manera distinta. ¡Eran otros tiempos! ¡Había educación!
A los niños nos pelaban con casquete corto, a las niñas les hacían trenzas con moños. Vestíamos ropa limpia y planchada. Y si tenía agujeros, pues se remendaba. Nos bañábamos todos los días. Obedecíamos a nuestros padres, al grado de que…
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Los dos billetes de veinte pesos.
El año 2020 inició con una señal interesante. Casi todos los días de la semana, como a las seis de la mañana, acostumbra ir a un parque cercano a trotar un poco y hacer ejercicio. Una mañana al entrar al parque se encontró dos billetes de veinte pesos cada uno. Aunque en una ocasión se encontró un rollito de billetes con una buena suma de dinero, hace muchos años. Lo de ahora, tuvo la particularidad de parecerle una señal interesante: dos billetes de 20 son 20 20 es el año 2020 y decidió interpretarlo como una señal de que en lo económico habría bonanza. Y así…
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El tercer tonalamatl
En esta ocasión ella le explicó que esta astrología natal, Tonalpohualli o Cuenta de los Destinos era para saber el lugar que una persona ocupa dentro del grandioso y venerable Mecanismo del Universo, pues nuestros ancestros sabían que, aunque todos los seres nacen igual, su tonal energía es diferente y debe utilizarse para ciertos fines. Como en un tablero de ajedrez, cada quien, en su lugar y su papel, preparado para el gran juego de la vida y la muerte.
Dentro de las varias explicaciones que le dio, le comento que unas de las deidades que ahí se mostraban en el pergamino que le estaba mostrando eran.
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Normalidad
Yo iba sin el cubrebocas y entré por una puerta, que en ese momento no tenía policía, y me dirigí hacia la caja para preguntar. En ese momento se soltó un griterío espantoso: ¡No puede entrar sin cubrebocas! ¡Póngase el cubrebocas!¡ No puede entrar sin cubrebocas! ¡Póngase el cubrebocas!
Había tres personas detrás del mostrador, otras tres empleadas fuera del mostrador y dos clientes. Y mientras atravesaba desde la entrada hacia la caja, que…
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Mi pulque
El domingo por la tarde fui por mi pulque. Estaba temeroso de que ya hubieran cerrado, pero no, todavía estaba abierto. La señorita, siempre amable, me dio a probar los que tenía: de pepino y de maracuyá. Me decidí por un litro de maracuyá. Le di mi botella de vidrio para que la llenara. Cuando me entregó mi botella con el contenido de color amarillo, le pregunté: ¿Cuántos días me dura en el refrigerador? «Dos días, pero sin taparlo bien, deje floja la tapa», me dijo. «De acuerdo», le contesté.
Cuando me iba, la señorita, me alcanzó con un cupón de promoción y me explicó: si junta cinco cupones se los canjeo por un litro de pulque.
—Usted es muy mala, le dije, quiere que me haga adicto.
Ella soltó la carcajada y asintió con la cabeza.
Fue cuando aprecié sus ojos brillantes, de mirada enigmática…